
San Nicolás de Flüe, el Ermitaño Suizo: Un Ejemplo de Paz y Sabiduría

San Nicolás de Flüe, conocido como Bruder Klaus, representa una figura excepcional en la historia de Suiza. Su vida, marcada por una profunda vocación religiosa, una excepcional sabiduría y un compromiso inquebrantable con la paz, le valió el respeto y admiración de sus conciudadanos y de la comunidad eclesiástica a lo largo de los siglos. Este humilde ermitaño, que dedicó su vida a la oración y a la mediación en conflictos, trascendió su época para convertirse en un símbolo de paz y justicia, inspirando una rica literatura y veneración en toda la nación. Su ejemplo de renunciar a la vida mundana y buscar la intimidad con Dios aún resuena en la actualidad. Descubre la historia de este santo suizo, un faro de luz en medio de la turbulencia política y religiosa de su tiempo.
Datos principales
| Datos | Detalles |
|---|---|
| Nombre completo | Nicolás von Flüe |
| Fecha de nacimiento | 1417 |
| Fecha de muerte | 1487 |
| Lugar de nacimiento | Cerca de Melchthal, en el Sachsterberg, Suiza |
| Lugar de fallecimiento | Ranft, cerca de Sachseln, Suiza |
| Día de celebración | 21 de marzo |
| Elogios | Reconocido como patriota, ejemplo de sabiduría, paz y justicia, mediador en conflictos. |
| Atributos | Ermitaño, consejero espiritual, mediador, hábito oscuro, báculo. |
| Canonización | 15 de mayo de 1947 (por Pío XII) |
| Patronazgo | De la paz, de los conciliares, de los problemas de la familia. |
Nacimiento y primeros años
Nicolás von Flüe, nació cerca de Melchthal en el Sachsterberg suizo. Su padre, Enrique, desempeñaba un puesto civil en el servicio del cantón. Su madre, Emma Robert, de Wolfenschiessen, era una mujer profundamente religiosa, que inculcó en sus dos hijos, Nicolás y Pedro, la vocación de la hermandad de "amigos de Dios" (Gottesfreunde). Esta sociedad religiosa, diseminada por Alemania, Suiza y Holanda, estaba compuesta por personas de ambos sexos y todas las clases sociales.
Vocación y conversión
Desde su niñez, Nicolás mostró una profunda piedad, un amor a la paz y un sano juicio. A pesar de su naturaleza apacible, tuvo que luchar como soldado en la guerra con Zúrich a la edad de veintidós años. Catorce años más tarde, participó de nuevo en las hostilidades, como capitán de una compañía, durante la ocupación de Thurgau. Su reputación lo llevó a cargos de magistrado y juez, representando a Obwalden en concilios y asambleas. Pese a las ofertas para un cargo más alto, como el de landamman, se negó a asumirlo.
Vida religiosa y obra
Nicolás se casó con Dorothea Wissling, una joven devota, y tuvo diez hijos. Su vida familiar fue feliz, aunque Nicolás continuó con las prácticas devotas de su juventud. Su hijo mayor testificó sobre la profunda fe y la dedicación al rezo que caracterizaban la vida del padre. Aprox. a los cincuenta años, Nicolás se sintió fuertemente atraído por la vida eremítica y decidió abandonar el mundo, renunciando a sus cargos, familia y bienes materiales. Buscando refugio en Estrasburgo, un lugar con un convento de los hermanos, fue disuadido por su temor a que los suizos fueran mal vistos en Alsacia. Esta experiencia coincidió con una violenta tormenta, que se interpretó como una confirmación de la decisión de retornar a su país.
Milagros y hechos extraordinarios
A pesar de la ausencia de milagros atribuidos explícitamente, la figura de Nicolás von Flüe inspiró profunda devoción. Se le reconocía un don excepcional para aconsejar, tanto en asuntos espirituales como temporales. Se dice que recibió visiones y revelaciones, lo que refuerza la imagen del ermitaño como un instrumento de la Divina Voluntad. La asombrosa capacidad de consejería, y su ascetismo fueron notables, incluso los líderes de la Confederación Suiza recurrieron a su sabio consejo en momentos de conflicto. Su rechazo a aceptar alimentos, permaneciendo solo con la gracia de Dios, se menciona como un elemento notable de su espiritualidad. La supervisión y las pruebas llevadas a cabo por los magistrados del cantón, para determinar la verdad de la decisión de Nicolás de vivir en ayuno, muestran el respeto y la curiosidad generada por su figura.
Muerte y canonización
Después de diecinueve años de vida eremítica en Ranft, Nicolás von Flüe falleció en su celda, a la edad de setenta años, el 21 de marzo de 1487. Su muerte fue recibida con gran consternación en toda Suiza, con una notable veneración por su legado patriótico y espiritual. A pesar del reconocimiento popular, el culto formal de Nicolás no se sancionó hasta 1669. Finalmente, Pío XII, lo canonizó en 1947. Sus restos permanecen en la iglesia de Sachseln.
Elogios y culto posterior
El culto a San Nicolás de Flüe se extendió por toda Suiza y más allá. Su capacidad para mediar en conflictos políticos, como en el Concilio de Stans, donde intervino para resolver disputas entre los confederados suizos, lo coloca como una figura de paz y sabiduría. Los numerosos relatos de visitantes a su ermita, así como la importante monografía de Robert Durrer, evidencian la gran importancia de su legado. Este erudito, gracias a su estudio exhaustivo, recopiló toda la información conocida sobre su vida y figura. Aún hoy en día, su ermita en Ranft y su legado siguen inspirando a miles.
"Alaba y recomienda la obediencia y la paz. Así como exhortó a los confederados a mantenerla, de la misma manera exhorta a la paz a todo el que se llega a él." (Extracto de la descripción de Albert von Bonstetten)
Si quieres conocer otros artículos parecidos a San Nicolás de Flüe, el Ermitaño Suizo: Un Ejemplo de Paz y Sabiduría puedes visitar la categoría Santos.





Deja una respuesta