San Juan Southworth, Presbítero y Mártir

San Juan Southworth, un sacerdote católico inglés que enfrentó la persecución religiosa y la prisión por su fe, se convirtió en un testimonio ejemplar de perseverancia y entrega al servicio de Dios. Su historia, marcada por la lealtad inquebrantable a la Iglesia Católica durante el período de la intolerancia religiosa en Inglaterra, y su posterior martirio, ha resonado a través de los siglos. Esta figura inspiradora nos recuerda la importancia del compromiso inquebrantable con la verdad y la fe en momentos de adversidad. Descubre su vida excepcional en este artículo.

Datos principales

Nacimiento y primeros años

Juan Southworth nació en Lancashire, Inglaterra, en el año 1592. Los Southworth eran una familia católica que mantuvo su fe a pesar de las severas restricciones impuestas por la legislación anticatólica. Esta lealtad, sin duda, marcó profundamente a Juan, influyendo en su posterior vocación y compromiso. Se desconoce con precisión su infancia, aunque podemos inferir que se desarrolló en un entorno marcado por las presiones de la época.

Vocación y conversión

A la edad de veintiún años, Juan ingresó en el Colegio de Douai en 1613, con el objetivo de prepararse para el sacerdocio. Tras su ordenación cinco años más tarde, experimentó un breve período en una comunidad benedictina, pero reconoció que su vocación no estaba en la vida monástica, optando por una vida sacerdotal secular. Se desconoce la naturaleza exacta de su conversión personal.

Vida religiosa y obra

En 1619, Juan Southworth fue enviado a la misión en Inglaterra. La información sobre sus actividades entre ese año y 1623 es escasa. El documento indica sus presencias en Londres y sus alrededores. Los años siguientes, entre 1623 y 1627, se caracterizaron por movimientos entre Bélgica (Douai y Bruselas) y Inglaterra. Su labor incluyó el servicio como confesor de monjas benedictinas en Bélgica y la realización de su ministerio pastoral en su Lancashire natal. Estos movimientos indican su gran movilidad en el servicio al pueblo.

Milagros y hechos extraordinarios

Juan Southworth se destacó por su dedicación y compasión en tiempos de epidemia de viruela. En 1636, actuó con notable generosidad para asistir a los enfermos y necesitados. Su labor con los enfermos más pobres y las familias católicas, con la ayuda de San Enrique Morse, evidencia su disposición a arriesgarse por el bienestar de los más vulnerables. La reconsiliación de hombres moribundos con la fe católica también se describe como una acción extraordinaria, aunque no se detalla el proceso ni las pruebas de estas acciones.

Muerte y canonización

El compromiso de Juan Southworth con su fe condujo a su detención y juicio en 1627, acusado de ejercer su ministerio sacerdotal en territorio inglés. Condenado a muerte, la sentencia fue postergada, permitiéndole absolver a San Edmund Arrowsmith desde su celda en el castillo de Lancaster. Después de tres años de prisión, fue liberado en Londres, pero obligado al exilio.

A pesar de los mandatos de abandono del país, se cree que Juan Southworth regresó a Inglaterra, en donde continuó su ministerio. En 1632 volvió a ser arrestado y, finalmente, acusado de ejercer sus funciones sacerdotales en 1654. Su martirio ocurrió la víspera de la fiesta de San Pedro y San Pablo de ese año, a la edad de sesenta y dos años. Su cuerpo fue sepultado en el Colegio Inglés de Douai.

Elogios y culto posterior

El descubrimiento de sus restos en 1927 desencadenó una intensificación del interés en su vida y martirio. El culto posterior ha exaltado su fe inquebrantable y su valentía ante la persecución. Finalmente, San Juan Southworth fue beatificado en 1929 y canonizado por Su Santidad Pablo VI en 1970, integrándose al grupo de los "Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales".

"¡No he renegado de Cristo!". (Se presume que fue su última frase).

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