San Alipio, Diácono y Monje Estilita

San Alipio, Diácono y Monje Estilita

San Alipio, un destacado monje estilita del siglo VI, nos ofrece un ejemplo inspirador de ascetismo y devoción a Dios. Su vida, marcada por una profunda vocación religiosa y una entrega total a la oración, dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia, especialmente en el Oriente. A través de su vida de austeridad, permanencia en columna, y milagros atribuidos, San Alipio se convirtió en un referente espiritual para numerosos devotos. Este artículo explora en detalle su fascinante existencia, desde sus humildes comienzos hasta su legado perdurable.

Índice
  1. Datos principales
  2. Nacimiento y primeros años
  3. Vocación y conversión
  4. Vida religiosa y obra
  5. Milagros y hechos extraordinarios
  6. Muerte y canonización
  7. Elogios y culto posterior

Datos principales

DatosDetalles
Nombre completoSan Alipio
Fecha de nacimientoc. 515
Fecha de muertec. 614
Lugar de nacimientoAdrianópolis, Paflagonia (actual Turquía)
Lugar de fallecimientoAdrianópolis, Paflagonia (actual Turquía)
Día de celebración26 de noviembre
ElogiosEjemplo de ascetismo, vida consagrada a Dios, capacidad de oración, poder de sanación y predicción, fundador de monasterios, venerado por sus milagros.
AtributosColumna, luz celestial, capacidad de sanación, predicción del futuro
CanonizaciónPre-congregación
PatronazgoEsterilidad

Nacimiento y primeros años

San Alipio nació en Adrianópolis, en la región histórica de Paflagonia (actual Turquía), hacia el año 515. Se cuenta que su madre, en su preñez, tuvo una visión premonitoria sobre la gloria futura de su hijo. A los tres años, quedó huérfano de padre. Su formación inicial estuvo a cargo del obispo Teodoro, quien lo instruyó en la doctrina cristiana. Su infancia, marcada por la temprana pérdida de su padre, lo introdujo en la oración y la búsqueda espiritual.

Vocación y conversión

La formación recibida por San Alipio en la escuela del obispo Teodoro lo llevó a una profunda vocación religiosa. Fue nombrado diácono y tesorero de la Iglesia de Adrianópolis. A pesar de su cargo eclesiástico, sentía una llamada a una vida de mayor recogimiento y aislamiento. A los 30 años, decidió retirarse de la vida urbana y dedicarse plenamente a la oración y la contemplación.

Vida religiosa y obra

Su decisión de retirarse de la vida mundana se concretó en un periodo de dos años en una celda, seguidos por su retiro a una columna eremítica (stylus) fuera de la ciudad. Su ascetismo extremo atrajo numerosos discípulos, tanto hombres como mujeres. La necesidad de atenderlos llevó a San Alipio a establecer dos monasterios, uno masculino y otro femenino, para que continuaran su formación en la vida religiosa.

La fama de San Alipio se extendió por las regiones circundantes. Su devoción y austeridad eran ejemplares para los demás, y la leyenda cuenta con que una luz bajó del cielo iluminando al santo, así como con su habilidad para predecir el futuro y sanar a los enfermos.

Milagros y hechos extraordinarios

San Alipio se destaca en la historia por los milagros atribuidos a él. Se dice que tenía el poder de predecir el futuro y sanar enfermedades. Su permanencia en la columna fue un hecho extraordinario, y se le adjudica la liberación de un poseso al acostarse sobre su tumba. Estos milagros, registrados en las crónicas y en las leyendas, cimentaron su prestigio y su veneración.

Muerte y canonización

Después de 53 años de permanecer en la columna, San Alipio fue afectado por una parálisis en las piernas que lo obligó a permanecer acostado durante 14 años. Finalmente, falleció a los 99 años aproximadamente en el año 614, durante el reinado del emperador bizantino Heraclio (610-641). El hecho de que un poseso se librara al acostarse sobre su tumba, reforzó la creencia en el poder sanador del santo. Su canonización, sin embargo, es anterior a las congregaciones modernas, basada en la veneración popular y la tradición hagiográfica.

Elogios y culto posterior

San Alipio es reconocido como un ejemplo de austeridad y devoción. Su ascetismo y permanencia en la columna, inspirados en los monjes estilitas del Oriente, lo convirtieron en un modelo para la vida monástica. La reliquia de su cabeza se encuentra en un monasterio del Monte Athos, un lugar de gran importancia en el mundo ortodoxo. Se le dedicó un monasterio en Constantinopla y se lo representa en un mosaico de la basílica de San Marcos de Venecia, destacando su figura como testimonio de la santidad. Se le invoca como patrón contra la esterilidad, mostrando su profunda conexión con la vida y la fecundidad.

"La verdadera vida es la que se vive en la presencia de Dios. No busques la gloria del mundo, sino la gloria de Dios." (Supuesta cita de San Alipio)

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