Beatos Fernando García Sendra y José García Mas, Presbíteros y Mártires

Los mártires Fernando García Sendra y José García Mas, dos sacerdotes españoles, dieron su vida por la fe durante la Guerra Civil Española en 1936. Su martirio, fruto de una profunda vocación religiosa y un compromiso incondicional con Cristo, les ha valido la beatificación y su recuerdo permanece vivo en la memoria de la Iglesia. Sus vidas, marcadas por la persecución y el sacrificio, nos invitan a reflexionar sobre el valor del testimonio cristiano y el coraje de la fe en los momentos de adversidad. Este artículo detalla sus vidas, obra y legado, descubriendo la profunda raíz de su sacrificio.

Datos principales

Nacimiento y primeros años

Fernando García Sendra, nacido en Pego el 31 de marzo de 1905, inició su vida en el seno de una familia profundamente católica. Su temprana vocación religiosa quedó plasmada en su servicio como monaguillo y posterior formación en el colegio de los PP. Franciscanos y el colegio de vocaciones eclesiásticas de Valencia. José García Mas, nacido el 11 de junio de 1896, también en Pego, siguió un camino similar en sus primeros años, pasando por la formación franciscana y el seminario de Valencia.

Vocación y conversión

La formación religiosa de ambos sacerdotes fue crucial en el desarrollo de su vocación y conversión personal. Sus estudios y sus experiencias en la vida religiosa forjaron un compromiso inquebrantable con Dios y con la misión sacerdotal. La convicción de su fe les llevó a un profundo conocimiento de las Escrituras y una entrega sin límites a su labor pastoral.

Vida religiosa y obra

Tras su ordenación sacerdotal, Fernando García Sendra se desempeñó como párroco en Bolulla y posteriormente en Sagra, donde se dedicó plenamente a su labor pastoral, enfrentando las dificultades de su época. José García Mas, por su parte, tuvo una trayectoria que incluyó diversos puestos: vicario y párroco en diversas localidades, pero su labor más destacada fue la de capellán del santuario del Ecce Homo en Pego. Allí, su dedicación fue notable, restaurando la capilla, promoviendo el culto y la asistencia a los necesitados. Se esforzó por fomentar las vocaciones sacerdotales y por satisfacer las necesidades materiales y espirituales de la comunidad.

Milagros y hechos extraordinarios

El contexto de la Guerra Civil Española marcó el devenir de sus vidas. No hay constancia de milagros atribuidos a los beatos, pero su disposición a la muerte por la fe, con una profunda alegría espiritual, sí es considerado un acto extraordinario de fe.

Muerte y canonización

El estallido de la revolución les obligó a refugiarse en su pueblo natal, Pego. Ambos fueron detenidos y encarcelados. Fernando, herido de los disparos, sufrió una agonía prolongada, logrando salir de la cárcel y pedir ayuda, pero sus esfuerzos fueron en vano. Finalmente, falleció en el campo. José fue asesinado tras su arresto. Ambos murieron el 18 de septiembre de 1936 en La Pedrera, cerca de Gandía. Su testimonio excepcional y su coherencia con la fe los llevaron a ser beatificados el 11 de marzo de 2001 por el Papa Juan Pablo II, convirtiéndolos en un ejemplo de fidelidad a Cristo para la Iglesia.

Elogios y culto posterior

La figura de Fernando García Sendra y José García Mas es venerada por su compromiso con la fe católica. Su martirio, en medio de una época de intensa persecución religiosa, es un ejemplo de la valentía de aquellos que entregaron su vida por Cristo. Los beatos Fernando García Sendra y José García Mas son reconocidos por la Iglesia como símbolos de entrega, perseverancia y amor a Dios.

"Que nadie os engañe, pues el Señor no tarda en llegar." (Santiago 5, 8)

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